Hola mis tributos!
Bueno
hoy os traigo el capitulo
32 ! Os he visto con tantas ganas que me he
dicho, ¿por qué no hacerlo un poco más largo? Aún así lo tenía que cortar ya
para que se quedase interesante, ¿estáis nerviosos por saber que pasará ahora?
Nuestra Amy está destrozada ¿se recuperará? Pff… muchas preguntas y todas las
respuestas en el capitulo ! Tendréis que leerlo para saber qué pasa. A partir
de este la cosa va a ponerse más interesante pero no puedo decir más, espero
que os sorprendan los próximos capítulos.
Quiero
agradeceros lo mucho que habéis hecho este último mes, cada comentario me ha
hecho muchísima ilusión y me ha animado a seguir escribiendo, por eso, una vez
más quería agradecéroslo.
En
el capitulo anterior se juntaron más de cuarenta comentarios, y eso, para una
chica que escribe una historia y la publica esperando darla a conocer y que la
gente la lea y le guste, es MUY
IMPORTANTE.
Recordaros
antes de nada unas cosillas, como por ejemplo que mañana publicaré la página de
gifs de Finnick y Annie y espero que os encante. Deciros que el domingo
publicaré el nuevo ‘planner’ para la semana que viene. Y por último que tengo
twitter, FINNICK
ODAIR EN ROPA INTERIOR solo los lectores me entendéis ;)
Espero
que os guste mucho mucho mucho y disfrutéis de él, como siempre espero vuestra
opinión. Ojala
haya merecido la pena la espera y
os guste, no lo he puesto muy muy interesante porque quería dejar lo
interesante para los siguientes J
……………………………………………………………………………………
-Creí
que íbamos a morir pero tú nos has salvado Amy, gracias, de verdad.
-Cristina
tiene razón Amy, si no hubiese sido por ti estaríamos muertos – acaba de
limpiarme la sangre de las manos y me mira a los ojos y con la mano sube mi
barbilla hasta que nuestras miradas se encuentran- no has hecho nada malo, no
tienes la culpa de lo que ha pasado.
-Joel,
Amy, tenemos que salir de aquí, pronto bajara el aerodeslizador para llevarse
el cuerpo.
-Vamos
– Joel se agacha y me coloca el carcaj en la espalda, después me da el arco y
como no reacciono agarra mi mano y lo coloca sobre ella, la mochila se la da a
Cristina y noto como me coge la mano y la aprieta con fuerza. Cristina asiente,
recoge el cuchillo, empieza a avanzar y después de ella vamos nosotros. Me
susurra algo que hace que me encuentre de nuevo –No dejes que esto acabe
contigo, es lo que quiere el Capitolio, que te sientas mal, que te destruyas
poco a poco. Amy nos has salvado la vida, has evitado dos muertes mas, eso no
es malo. No dejes que ellos ganen, no juegues su juego.
De
repente vuelvo a la realidad, por muy mal, por lo rota que me sienta, que este no puedo dejar que esto
acabe conmigo, no después de todo lo que he pasado, no ahora que Gale está a
salvo. Joel tiene razón, no puedo jugar su juego, tengo que jugar el mío. Sabía
que iba a matar a Evelyn, tenía que hacerlo. Yo misma lo dije, es hora de que
yo juegue con mis reglas. No puedo dejar que me hundan. Esto es lo que me
destrozaría, Clover me lo advirtió, la Arena te cambia, te destroza pero si en
realidad me siento así tal vez no haya cambiado tanto. No soy una máquina de
matar, mi humanidad sigue en mí. Puedo notar el dolor de su muerte, puedo notar
ese amargo sabor de culpabilidad, puedo sentir que lo que he hecho está mal. Si
siento todo eso, por muy malos que sean mis actos sigo siendo yo misma. No
puedo permitir que todo lo que he construido se destruya. Las ideas surgen en
mi, los acontecimientos que han pasado pasan por mi cabeza pero después de esto
tenemos que seguir adelante y eso supone un problema. Analizo la situación y
permanezco callada unos segundos, cuando estoy segura de todo hago un mapa
mentalmente. Cojo mi arco más fuerte y miro a Joel a los ojos.
-Tenemos salir de aquí cuanto antes, ¿veis esa zona de allí? Tenemos que
atravesarla lo antes posible porque hay una niebla venenosa, si visteis los
últimos juegos sabréis que ahora mismo estamos en un reloj, como el de la otra
vez. Cada hora un nuevo horror –sus caras son de asombro parece que ellos no habían
descubierto esa parte pero yo sigo hablando. No me detengo, se que hablo
rápido, no hay tiempo y este es un lugar peligroso, cualquier tributo podría
vernos- la niebla venenosa empieza en esa zona a las cuatro o las cinco de la
tarde, por la posición del sol eso será –titubeo, miro arriba para ubicarme. Me
pongo la mano en la frente para tapar un poco el sol y cuando distingo su
posición hago cuanto me explico Gale en el bosque. Calculo el tiempo que queda,
mi voz se quiebra un poco- en media hora.
-Amy,
si lo que estás diciendo es verdad- le corto antes de que acabe la frase
-No
nos da tiempo a atravesarla Joel, ya me he dado cuenta, avanzaremos hasta el
límite y esperaremos a que pase la hora escondidos, no podemos hacer otra cosa.
Lo mejor es que nos pongamos en marcha cuanto antes.
Joel
sonríe al verme tan decidida, este cambio tan brusco ha sorprendido a Cristina
que camina a mi derecha. He cogido una flecha del carcaj y la he colocado en el
arco por si acaso. No lo he tensado pero seré más rápida por si pasa algo. El
bosque tiene zonas diferentes, algunas fáciles de divisar por lo que son más
peligrosas, otras en cambio son frondosas y no se te ve a penas. Observo las
dos opciones y estudio la situación, cuando lleguemos tendremos que esperar a
que acabe la niebla por lo que pisa realmente no tenemos. Decido ir por la zona
frondosa. Es difícil de atravesar y nos va a retrasar pero también nos da más
oportunidades a la hora de pasar desapercibidos. Agarro a Cristina del brazo y
le hago una señal a la otra zona. Su cara muestra confusión ya que debe pensar
que estoy loca por ir por el camino más complicado pero no tarda en comprender
porque lo hago. Joel nos sigue y empezamos a caminar. Aunque tenemos que ir
quitando ramas y arbustos, esquivando raíces que sobresalen del suelo y estando
atentos a los animales que haya, nuestro paso no va tan lento como pensaba.
Temo que salga algún animal o muto ya que reaccionaríamos tarde. Esta zona es
buena para ocultarse pero al igual que nos ocultamos nosotros podrían hacerlo
los mutos, o peor, los demás tributos. Siempre hay un riesgo pero esperemos que
haya también una recompensa aunque solo sea esta vez. Caminamos rápido ya que
Joel y Cristina no están cansados y me pregunto qué haremos cuando crucemos la
zona. Me planteo la idea de llevarles a la cueva conmigo pero si hago eso luego
será peor. A la hora de la verdad todos querremos sobrevivir y yo daría
cualquier cosa por mi hermano. Ya es difícil pensar en que Finnick podría
llegar a la final con nosotros asique no quiero imaginar cómo sería con Joel y
Cristina. Tengo que buscar otra manera de ayudarles. Miro a Cristina mientras
camina, es una chica dulce, aparenta ser débil pero si ha llegado hasta aquí es
todo lo contrario. No me refiero a fuerte en el sentido de levantar grandes
pesos, matar a quien ella quiera o ese tipo de cosas, existe mucha gente así en
Panmen pero para sobrevivir en la Arena se necesita otro tipo de fuerza. Una
fuerza que haga que te levantes por las mañanas y sigas luchando. Una fuerza que
no te deje rendirte, que no te abandone, que te obligue a levantarte y a tener
esperanzas. Una fuerza interior que te diga que todo puede salir bien. Cristina
ahora tiene un aspecto frágil, esta algo sucia y ha perdido peso en estos días,
su cara es un poco más pálida pero aun así esta guapa. Calculo que tendrá más o
menos mi edad, año arriba, año abajo. Es una chica rubia con una sonrisa
preciosa, tal vez parezca inocente pero espero que pueda sorprendernos en la
Arena y sepa luchar bien, eso la mantendrá a salvo, aunque no la he visto
utilizar ningún arma nunca. Joel en cambio es mayor que nosotras, él es fuerte,
en todos los sentidos. Seguro que ha mantenido con vida a Cristina gran parte
del tiempo, a él se le ve más optimista, dispuesto a luchar. Joel es el chico
por el que cualquier chica caería rendida, el es apuesto, no lo niego, pero es
más que eso. Joel es una buena persona, es simpático y gracioso, el día de la
cena se mostró como era realmente y vi en él un chico encantador. Joel para mí
sería un gran amigo, en otras circunstancias claro. No sé qué hare cuando
crucemos la zona pero debo irlo pensando. De repente me doy cuenta de donde
estamos. Estaba tan sumergida en mis pensamientos que no me he dado cuenta de
lo rápido que hemos avanzado. Mis brazos se abren y me paro en seco, dos
cuerpos distraídos chocan contra ellos. Me miran de forma extraña y me limito a
contestar.
-Parad,
un paso más y estaremos en la zona.