Seguidores

lunes, 25 de junio de 2012

Relato 1

Hola tributos!
Hoy os traigo el primer relato, será pues el más largo para que os metáis en la historia, me he dado cuenta que no es el que mejor está escrito pero espero que os guste, que os intrigue, y que os haga preguntaros qué pasara en el siguiente, asi que antes de leer me gustaría deciros algo. Felices Septuagésimo Sextos Juegos del Hambre y que la suerte este siempre de vuestra parte.
_________________________________________________________________________________


Habían pasado casi veinte años desde que el Capitolio había caído… Cinco años tardó Peeta en convencer a Katniss para tener hijos. La primera fue una niña, una niña hermosa, más hermosa aún que su madre. Diez años después tuvieron a Gale, la idea de ponerle ese nombre no fue de Katniss, Petaa quiso hacerlo desde el principio. Katniss y Gale no se hablaban desde su encuentro después de la muerte de Coin. Un día Peeta tuvo que dejar el distrito 12 porque llevaba una semana sufriendo flashback mucho peores de los que sufría con normalidad, al principio pensaron que no se recuperaría pero Haymitch pensó en mandarlo de nuevo a hacer terapia. Viajó al distrito 2 para empezar sus pruebas, apenas dos días después de su llegada se encontró con un viejo conocido, Gale. Pasaron varias horas sin hablarse pero al final Peeta no aguantó y se lo preguntó. “¿Por qué? ¿Por qué la dejaste?” Al principio Gale dudo, pero no tardó mucho en comprender que decir por qué lo hizo no iba a arreglar nada, y tampoco a estropearlo. “Cuando la bomba estalló comprendí que había perdido a Katniss, no tuve nada que ver con la bomba, ni siquiera sabía que Coin planeaba usarla, pensé que si se lo explicaba a Katniss me perdonaría pero luego recapacité. Ella jamás podría separar el momento de la bomba de mí, yo invente la bomba que mató a su hermana… Si me quedaba, si luchaba por ella, lo único que le haría es daño. Quiero decir,  verme le recordaría a Prim, eso haría que sufriese y yo no podía verla así. Lo mejor era retirarme, dejarte ganar, dejarla vivir.”  Peeta al principio se sintió un poco mal, pero él no habría dejado de luchar por Katniss. Le contó que estaban bien, que les costó superarlo todo, que había mañanas en las que Katniss no sonreía, y había otras en las que volvía del bosque y se preguntaba cómo estaba Gale. Le contó también que Katniss estaba embarazada, en un principio pensaba no decirlo, pero pensó que evitar la noticia dadas las circunstancias era una tonteria y cuando lo dijo Gale dejo de sonreír, aunque al final se alegro por ellos. “Yo siempre quise formar una familia, me alegro de que Catnip se decidiese a formar también una”

Pasaron unas semanas y mandaron de nuevo a Peeta a 12, cuando le recibieron lo hicieron de una manera especial. El parto de Katniss se adelantó y un nuevo miembro en la familia esperaba a su padre. Cuando llego vio a Katniss como nunca la había visto, la vio como el día que canto en clase cuando solo eran niños, la sonrisa de Katniss prometía una nueva vida, prometía un futuro.
Pasaron cinco años desde la caída del Capitolio, desde la muerte de Finnick,  de Coin, de Prim… de tanta gente, pero también pasaron cinco años cuando Katniss decidó seguir adelante, y lo hizo, con su primera hija. Cuando la llevaba dentro Katniss sintió que podría haber acabado, que podría empezar de nuevo su vida, junto a Peeta. La niña nació nueve meses después, bueno algo menos de nueve meses, y fue como un faro de esperanza, el 12 lo festejo a lo grande, incluso el tío Haymitch como le llamaban ahora dejó la bebida para jugar con la pequeña. Sí, todo cambio cuando Amy nació. Annie volvió al 12 con Finnick, su hijo, que ya tenía cuatro añitos para celebrar el nacimiento. Todo iba genial, la vida prometía un nuevo futuro y todos lo cogieron con muchas ganas. El libro de los recuerdos empezó a crecer, su primer viaje al distrito 4, a la playa, cuando Annie les invito a pasar el verano antes de que Amy naciese. Los primeros pasos de la pequeña, la primera carrera, el primer cumpleaños, la primera palabra, el primer día de clase, el primer arco, fotos de todos juntos de nuevo, de reuniones de tributos, de amigos. Y otro gran recuerdo vino diez años después con el nacimiento de Gale. Katniss y Gale se reconciliaron cuando él apareció con Peeta el día que volvía del distrito 2, en realidad les llevo un par de días, pero cuando se encontraron en el bosque... volvieron a cuando tenían 12 años, y simplemente ocurrió, ahora son como antes, amigos, los mejores amigos. Cuando le preguntó a Peeta que nombre quería ponerle al niño, Gale entró por la puerta y Peeta lo dijo, quería llamarlo Gale. Katniss no se negó para nada, pues que su hijo llevase el nombre de su mejor amigo era más de lo que hubiese imaginado nunca. Peeta lo hizo por una razón, porque gracias a él estaba con Katniss, no solo porque se fue al 2 sino porque años atrás le había salvado la vida, y aunque a ambos les costaba reconocerlo con el tiempo las heridas se curan y sus celos se fueron apagando poco a poco hasta que un día ya eran amigos. Aún así a veces las miradas de Gale cuando le veía con Katniss hacían ver que aunque es imposible olvidar, a veces merece la pena intentarlo por la persona a la que quieres o un día quisiste.

Pasaron otros cinco años tranquilos y la vida era perfecta. De vez en cuando una pesadilla de los juegos aparecía, o un mal recuerdo como la muerte de Prim, Rue, Cinna desaparecido… pero todo se arreglaba con un abrazo de sus hijos, un dibujo que traían del colegio, una tarde en el lago o un ramo de flores que recogían por el camino. Si, había juegos horribles pero todos los juegos acaban con un vencedor, y esta vez ellos habían ganado. Pero ahora habían pasado casi veinte años desde que el Capitolio había caído, y la historia se repetía. Todo empezó una mañana en la que todas las televisiones de los distritos, del capitolio se encendieron para dar una noticia.

- Bienvenidos a la televisión del nuevo capitolio, o antiguo, depende como lo miréis, si lo habéis oído bien. No acabasteis con todos rebeldes, nos ha llevado veinte años, y nos hemos recuperado, ¿no es así Clover?
-Así es querido amigo, veinte años sin juegos, ¿cómo lo habéis soportado?
- Yo lo he llevado muy mal Clover, pero eso se ha acabado, ¿no echáis de menos a nadie vencedores?
- Así es, podéis buscar, en la cama, en el colegio o por toda casa, pero no lo vais a encontrar. Un hijo y una hija de cada vencedor de todos los distritos ha sido traído hasta aquí, tranquilos solo hemos cogido dos por distrito ¿recordáis las reglas no? Un chico y una chica de cada distrito, ¿por qué no hijos de vencedores esta vez? Para recordaros quien es realmente el Capitolio.
-Clover resulta que había un distrito en el que hemos tenido que coger hermanos ¿no?
-Sí, no queríamos hacer luchar hermanos entre sí, pero el distrito 12 es el único que no nos ha dado otra lección ya que solo había una pareja de vencedores con niños. Aunque nos hemos levantado de la nada, no hemos conseguido todavía una población. Tenemos edificios, hospitales, esto es como el Capitolio pero en pequeño, eso sí, lo primero que construimos fue la Arena, no os molestéis, no podréis encontrarla.
-Exacto Clover, tendremos población cuando acaben los juegos, hay muchos distritos a los que someter. Pero tal y como lo has dicho no hay población, por lo tanto no hay patrocinadores. Las reglas cambian un poco en estos Juegos del Hambre, sin patrocinadores los niños tendrán que arreglárselas solas, y no solo es eso, Clover que tal si les explicas como va a ir todo.
-Bueno básicamente ya lo saben, no hay patrocinadores, no hay ayudas. Pensamos en traer a los padres para que hiciesen de mentores pero nos pareció cruel y pensamos que era mejor que lo vieses desde casa, sin poder hacer nada. Sí, eso es aún más cruel, al parecer tal y como queríamos. Tranquilos el año que viene saldrá a sorteo, este año no podíamos permitirnos perder así el tiempo. Pero no nos vamos a entretener más, seguramente queráis conocer a los tributos de los, Septuagésimo Sexto Juegos del Hambre.
- Empezaré con la lista Clover, distrito 1, Alexia y Chad; del distrito 2 Cathy y Austin; del distrito 3, Evelyn y Colin; del distrito 4, Tedy y, vaya este chico seguro que lo conocéis todos, sus padres sufrieron una, llamémosla trágica historia de amor, Finnick; del distrito 5, Gisele y Joel; del distrito 6, Taylor y Loriyn; del distrito 7, Annick y Brendon ; del distrito 8, Gina y Rue, la segunda que aparece en los juegos, trágico el final de la primera Rue, esperemos que no se repita; del distrito 9, Madge y Parkert ; del distrito 10, Jennifer y Lauren; del distrito 11, Zoe y William; del distrito 12, vaya me encanta este distrito lleva 22 años contando historias increíbles, hoy os traemos otra historia que contaréis en el futuro, Amy y su hermano pequeño Gale; y por último, pero no menos importante, donde se llevo acabó todo, donde empezó la destrucción del capitolio, del distrito 13, Caly y Black. Una última sorpresa, desde el Capitolio, la mismísima hija de la presidenta también participará en los juegos.
- Esos son todos Clover, nos veremos en unos días. Ya no hay vuelta atrás. Los juegos van a comenzar. Los tributos deben salir a la Arena y luchar por sobrevivir. Ganar significa una nueva oportunidad, perder significa la muerte segura... ¡Que empiecen los Septuagésimo Sexto Juegos del Hambre! Y que la suerte esté siempre de vuestra parte.

Las televisiones se apagaron, un silencio invadía Panmen, el mismo silencio que hace treinta años acompañaba la cosecha. En todos los distritos los vencedores lloraban, en el 12 una madre dio un grito. Un grito desolador, un grito que hizo que el fuego se apagase, y un "NO" que hizo que las pocas llamas que quedaban en el corazón del Sinsajo, se apagasen por las lágrimas que ahora caían por sus mejillas.  En un principio Katniss Everdeen, no quería tener hijos, Peeta la consiguió que accediese porque al fin y al cabo el Capitolio se había hundido, nada podría hacer que los Juegos se repitieran, nada excepto lo que acababa de ocurrir esa tarde.